sábado, 24 de enero de 2009


Todo fluye repentinamente, es un instante, es solo un momento, es un maldito instante.
Todo pasa lentamente por un segundo, es despacio.
Corre por tus venas, acabando contigo.
Y es como veneno, que se expande por nuestras células como circuitos electricos, deteniendonos inconcientemente a abrir los ojos.
Pero no vemos, no escuchamos, no sentimos nada.
Todo fue demasiado rápido como para darnos cuenta, pero todo fue muy lento como para darnos cuenta.
Son ilusiones, son instintos, es magia, es perder contra la vida y ganarle a la muerte.
Es el tiempo, es el aquí y el ahora.

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