jueves, 24 de abril de 2008



Uno, dos, tres. A levantarse. A comenzar el día, ducharse rápido, vestirse rápido, comer rápido, caminar rápido, tomar la micro...rayos! se está demorando mucho... llegaré tarde.
Procupación.
Corro, me agito.
Me pongo nerviosa, me estreso.
Llego a casa tarde, molesta, cansada.
Grito.
Todo me molesta.

Así transcurre la vida de la gente corriente, común. Y es así como al final estar en casa es un ahogo.
Es así que la mayoría de los jóvenes buscamos huir, alejarnos de nuestros hogares.
Y cuando no estamos en ellos los valoramos y volvemos.
Que patética nuestra vida.

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